martes, 19 de agosto de 2014

Historia del arte: Arquitectura del siglo XVIII


En el siglo XVIII hubo una importante renovación arquitectónica sujeta al apogeo de los lineamientos barrocos; y en las últimas décadas, la renovación, auspiciada por el auge económico general que patrocinaron las reformas borbónicas en la Nueva España, se ajustó a las ideas estéticas neoclásicas de corte académico.
Muchas casas mudaron su fisonomía haciéndola pletórica de arte, pero todas siguieron estructurándose en torno al patio central que ceñía a la variedad de viviendas, inquilinos y funciones que coexistían dentro de un mismo edificio.A finales del siglo XVIII aquel estado de cosas no había cambiado mayormente en lo general. Las casas habitación alternaban indistintamente con los comercios, y eran las manzanas centrales de todas las ciudades las que seguían ostentando la mayor categoría para un uso y otro.
Desde la mitad del 700, con la nueva administración ilustrada de los déspotas borbónicos y su representación virreinal, se empezó a pensar en el reordenamiento funcional del espacio urbano.
Los puestos de ciertos tianguis de las plazas se habían ido acomodando en céntricos mercados establecidos, y los pequeños comercios habían invadido plantas bajas de construcciones de dos pisos, desplazando su uso residencial.
Un fenómeno importante en la reestructuración de los espacios urbanos fue la aparición, en las ciudades en las que lo hizo, de la industria moderna en la segunda mitad del siglo XVIII.
Espacio interno y construcción 

Triglifo:  Es un elemento arquitectónico del friso en el orden dórico, de forma cuadrada y situado en el extremo de una viga; debe su denominación a las tres acanaladuras (glifos) que lo recorren en vertical. Alterna con las metopas. Ornamento arquitectónico en forma de rectángulo saliente y surcado por tres canales que sirve de decoración, especialmente en el orden dórico.

Ábside:  Parte de la iglesia situada en la cabecera. Generalmente tiene planta semicircular pero puede ser también poligonal. Suele estar cubierto por algún tipo de bóveda que, en época románica, es de horno o cascarón.

Crucero: En las iglesias cuya planta posee forma de cruz latina o griega, se denomina crucero al espacio definido por la intersección de la nave principal y la transversal o transepto.

Transepto: La palabra transepto se utiliza comúnmente en la terminología arquitectónica religiosa para designar la nave transversal que en las iglesias cruza a la principal ortogonalmente.

Ménsula: En arquitectura, una ménsula es cualquier elemento estructural en voladizo. Se puede distinguir entre:

Ménsulas "cortas": pequeños salientes que sirven de soporte para algún otro elemento, como el arranque de un arco, balcón o cubierta

Ménsulas "largas" o voladizos: elementos estructurales que por su longitud horizontal funcionan como una viga, es decir, a flexión.

Modillón: Se denomina  modillón , en arquitectura clásica, a la parte de la cornisa en el orden jónico y en el compuesto que le sirve de adorno, pareciendo que la sostiene. Tiene por lo regular la forma de una  S  muy corva y vuelta del revés.

Pilastra: Una pilastra es un pilar o columna adosado a un muro o pared. Su función puede ser estructural, sosteniendo techo, tejado, entablamento, moldura o arquitrabe, o meramente decorativa. La pilastra (palabra derivada de  pilar ) suele estar compuesta de los mismos elementos constructivos que las columnas o pilares, como son base, fuste y capitel, según los diferentes órdenes arquitectónicos.

Baldaquín: Un elemento arquitectónico que consiste en un baldaquín que corona un altar o tabernáculo, especialmente en los primitivos templos cristianos.

La  sacristía  es, en las iglesias cristianas occidentales, una habitación en la que se guardan los objetos que son necesarios para la misa, como por ejemplo hostias sin consagrar, cálices, casullas, etc. por lo que suele estar cerrada al público.

Sistemas constructivos 
Los contornos de las naves y el transepto esta formado por muros rectos y ángulos rectos. El muro testero es recto a todo lo ancho en 77% de los templos, semicircular en 15% y ochavado en 8%. En los muros resaltan pilastras y se interpone un entablamento. Los edificios cuentan con arcos torales que pueden soportar vigas en sentido longitudinal del templo.

Las divisiones de la nave en planta pueden ser desde rectángulos alargados a lo ancho de la nave hasta áreas cuadradas.
Las formas perimetrales de las iglesias son las siguientes:

Cruz latina 45.1%

Rectangular de 1 nave 42.6%

Basilical 8.5%

Circular u octagonal 2.5%

En cruz griega 1.3%

A. En cruz latina:Cuando cuentan con transepto la utilizan para colocar bancas y esto soluciona la lejanía de las ultimas bancas.
B. Rectangular de una nave:
C. Basílica de 3 naves:

Techo a dos aguas en la nave central y ana agua en las laterales con estructura de armadura de madera, desnivel entre los techos para colocar allí las ventanas ábside, nártex y bema.

Algunas iglesias tienen las tres naves la mima altura o un techo contiguo a dos vertientes que cubren todo el espacio.

En otras iglesias la altura de la nave central y el transepto hacen destacar una cruz latina dentro del perímetro rectangular.
D. Circular u Octagonal: La planta circular se utilizo principalmente en las tumbas cristianas y la octagonal en los baptisterios. Están compuestas por una gran cúpula apoyada en arcos.
 E. Cruz griega: Se utilizaban para capillas mortuorias. Todas las cubiertas del templo son bóvedas y la pila bautismal podía estar en la nave.

En la mayoría de los templos, las portadas frontal o lateral era de cantería desnuda y en los mas humildes eran de piedra el marco de la puerta. Además de las portadas, exhibían las piedras de los sillares, los marcos de las ventanas, pilastras y entablamentos. Lo que se iba a empastar se colocaba la piedra de forma irregular de la manera mas económica y que mejor aprovechara los desperdicios resultantes. Se construyeron múltiples retablos de cantería que al terminarlos se empastaron y pintaron de blanco con detalles dorados.